Leer el blog de Eduard Punset es uno de los mayores placeres que puedes tener en la red de redes; no solo por los post de su autor, sino por los comentarios de quienes lo leen, que generalmente es gente inteligente y preocupada por algo más que lo material. Uno de sus comentaristas, llamado «S», a cuya respuesta os remito en este enlace habla acerca de un post de Punset en el que habla de la estructura jerárquica de las hormigas y hay un párrafo de «S» que me hace pensar: «A través , por ejemplo, de cualquiera de las organizaciones jerárquicas de control actuales o del pasado ( desde la religión a la ética , pasándo por la empresa o los sistemas de control actuales basados en el espectáculo, se SIMULA la voluntad de supervivencia para el hombre, aunque ahora ya no se trata de sobrevivir, sino de generar máquinas de poder, que permitan continuar teniendo al resto dormidos para que no sepan que también poseen esa voluntad de poder.»
Desde luego es un gran pensamiento. Aquellas personas a las cuales llamamos jefes, viven con la insana vocación de mantener su estatus a costa de nuestra vida. Para ello utilizan el poder de sugestión, llámese coacción , manipulación, de manera que aturden nuestra capacidad de saber que somos poderosos, puesto que tenemos la voluntad de poder, esa misma que ellos emplean pervirtiendo el sentido de la vida, de nuestra vida, con tal de sobrevivir en la cima de una piramide que hemos inventado solo para jodernos unos a otros en nombre del poder, del dinero y de la sociedad que idolatran.
Otro tipo de jefes son los políticos, encerrados en una torre de marfil, arrogantes y profundos desconocedores de la moral, quienes con sus acólitos, reaccionan ante el pensamiento ajeno, aduciendo a las consecuencias que tiene un ideal llevado a extremo.
Por último, y no menos pervertido, es el sentido religioso de nuestra existencia, si, ese que nos han inculcado. El temor reverencial ante un Dios que se oculta entre las sombras de solideos, sotanas, libros sagrados, y bombas puestas por asesinos implacables en nombre de un dios y que solo sirven para atemorizar a quien no piense como él.
¿No suena todo igual?… Poder, Política y religión. Los tres cánceres de la sociedad.
Yo quiero volver a las cavernas.
Ya sabes… si duermo, jefe mio, no te molestaré.
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